En el mundo industrial, la fiabilidad de los sistemas eléctricos es un factor clave para asegurar la continuidad de la producción y evitar costes inesperados. La instalación industrial de nuestro cliente necesitaba evaluar en detalle su armario eléctrico para detectar posibles fallos ocultos que pudieran derivar en paradas no programadas. Con este objetivo, se llevó a cabo una intervención completa basada en el análisis termográfico y la verificación de los componentes principales.

Evaluación térmica del cuadro eléctrico

Mediante un estudio termográfico exhaustivo, se examinó el estado térmico de todos los puntos críticos del sistema. Este tipo de análisis permite identificar anomalías invisibles a simple vista, como puntos calientes, conexiones defectuosas o sobrecargas, que pueden comprometer la seguridad y el rendimiento del sistema.

Los componentes más sensibles, como la resistencia y la inductancia motorizada, se revisaron con especial atención para garantizar que trabajaban dentro de los márgenes adecuados, incluso bajo condiciones reales de carga.

Medición de resistencias e inductancias

Para complementar la inspección termográfica, se procedió a la medición de las resistencias e inductancias con un multímetro LCR PeakTech 2180.
Esta verificación asegura que cada componente presenta un valor correcto y cercano al teórico, confirmando que no existen elementos dañados ni desviaciones que puedan afectar al funcionamiento general del sistema.
Las unidades conectadas en paralelo se midieron sin desconexión, optimizando el tiempo y respetando las condiciones reales de instalación.

Resultados

Aunque la mayoría de los puntos medidos se encontraban dentro de los márgenes normales, el análisis permitió detectar zonas que mostraban un comportamiento térmico anómalo. Estas anomalías, todavía en fase inicial, podrían haber derivado en una futura avería si no se abordaban.

Gracias a la detección temprana, se recomendaron acciones correctivas puntuales, asegurando la continuidad operativa y reduciendo el riesgo de interrupciones inesperadas.

Beneficios para el cliente

✔️ Eliminación de riesgos potenciales
✔️ Mayor tranquilidad y seguridad operativa
✔️ Validación de la correcta instalación y funcionamiento de los componentes
✔️ Prevención de paradas imprevistas
✔️ Optimización del mantenimiento y reducción de costes

Gracias a la combinación de mantenimiento preventivo y análisis termográfico, nuestro cliente obtuvo una visión clara del estado de su sistema y pudo intervenir justo a tiempo en los puntos que presentaban riesgo.
Esta actuación no solo garantiza un funcionamiento seguro, sino que prolonga la vida útil de los componentes y asegura la continuidad operativa de toda la instalación.

Integrar la termografía dentro del plan de mantenimiento preventivo no solo es una buena práctica: es una inversión estratégica que impulsa la productividad y protege los activos industriales.

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